¿Recuerdas cuando eras adolescente? El último lugar donde querías estar era en casa y las últimas personas con las que buscabas pasar el rato, era con tus padres.
Hasta cierto punto, esto es normal; y ahora que eres padre, no debes alarmarte si tus hijos prefieren salir con sus amigos, que ver una película en casa.
Pero, si has notado que su comportamiento ha cambiado, los percibes más rebeldes o con actitudes sospechosas, quizá sea una señal de alarma de que algo no está bien.
Ahora es cuando más cercanos y unidos deben estar todos; pero, ¿cómo integrar a los adolescentes a la dinámica familiar cuando sus prioridades son evidentemente otras?
Aquí algunos consejos útiles que pueden ayudarte:
1.- Encuentra su mayor pasatiempo y conviértelo en el tuyo
Si sabes que tu hijo ama el cine, el futbol, cocinar, bailar, o cualquier hobbie propón planes en los que todos, o al menos tú, puedan compartir con él.
Además, si aprendes sobre su artista favorito o el equipo deportivo que sigue y te involucras genuinamente en ello, tu adolescente se sentirá escuchado y descubrirá que, pasar el tiempo con los padres, puede ser mejor de lo que imaginaba.
2.- Dales un papel activo dentro de la dinámica en casa
Además de sus obligaciones básicas como asistir a la escuela o mantener aseado su cuarto, asígnales tareas que impacten a todos los miembros de la familia como cocinar una vez al mes para todos, llevar a los hermanos pequeños a un parque de diversiones, acompañar a los abuelos al parque o comprar la despensa de toda la familia en el supermercado.
Es importante que tu hijo sienta que pertenece a su hogar y que sus acciones impactan al resto de la familia.
3.- Enséñales algo que les interese
Tal vez a tus adolescentes les interese aprender a manejar, preparar algún platillo para sus amigos, dominar los zapatos de tacón, maquillarse… mientras crecen, hay muchas cosas interesantes que puedes enseñarles y que, de una u otra manera, generarán un vínculo padre-hijo muy sólido.
4.- Organicen un viaje familiar
Pasar un par de días juntos, en un ambiente divertido y lejos de la rutina diaria en casa, es un excelente recurso para fortalecer las relaciones intrafamiliares y crear recuerdos para siempre.
No tienen que ser unas costosas vacaciones a la playa, basta con un fin de semana cada uno o dos meses para reforzar la convivencia. Conviértelo en un hábito y verás los enormes beneficios.
¿Qué opinas? ¿Ahora tienes más claro cómo integrar a los adolescentes a la dinámica familiar? ¡Perfecto! Eso sí, recuerda que no siempre será fácil y que, aun tratándose de actividades divertidas, tus adolescentes pueden rezongar un poco y preferir hacer su vida solos.
Si en algún punto la comunicación con los hijos se vuelve imposible, y no encuentras cómo involucrarlo con el resto de los integrantes, llámanos.
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