Imagina esta escena. Tus hijos se apresuran a desayunar mientras tú y tu pareja se preparan para el trabajo. No se dice mucho más que: “apúrate”. “Vamos a llegar tarde”, “no olvides la mochila”.
A veces parece que ninguno de ustedes recuerda lo que otros dicen y no muestran su apoyo en lo que es importante para el resto de los integrantes de la familia.
¿Te suena familiar? Debes saber que estos son ejemplos típicos de problemas de comunicación.
Es importante tener en cuenta estos puntos porque tener una mejor comunicación familiar ayuda a garantizar que el entorno del hogar sea más positivo y feliz.
De hecho, los investigadores han descubierto que la calidad de las interacciones familiares se correlaciona con qué tan satisfechos están con esas relaciones. Por el contrario, los malos patrones de comunicación a menudo aumentan los conflictos familiares y disminuyen los lazos emocionales.
Afortunadamente, hoy tenemos algunos consejos para una buena comunicación familiar que seguro propiciarán un cambio positivo en la forma en la que conviven bajo el mismo techo y tal vez evitar pensar en algún internado para niños rebeldes.
Programe tiempo familiar
Puede ser demasiado fácil crear una vida en la que los miembros de la familia no pasen mucho tiempo de calidad juntos, especialmente cuando los padres trabajan muchas horas fuera de casa y los niños están ocupados con la escuela y sus actividades extracurriculares.Sin embargo, es increíblemente importante programar tiempo en familia. De hecho, debes elevar la importancia de hacerlo al nivel que se considere tan importante como asistir al colegio o a una cita con el médico.Si es necesario, elimina algunas actividades ya planificadas de sus vidas para dejar espacio para momentos que involucren a toda la familia.
Por supuesto, debes platicar con todos antes de decidir.
Ten en cuenta que es posible que experimenten cierta resistencia inicial, especialmente por parte de los niños mayores, y que es posible que no pueda crear estas experiencias de la noche a la mañana.
Sin embargo, siempre que seas diligente en reservar tiempo para este propósito, tu familia debería comenzar a esperar estos momentos con ansias. También ayuda asegurarse de que estas actividades sean importantes y divertidas para todos.
Establece rutinas familiares
Otra forma de crear situaciones que todos los miembros de su familia anhelen es crear algunas rutinas familiares. Estos pueden ser tan simples como leer un capítulo de un libro antes de acostarse o una actividad que implique un poco más de planificación, como reservar una noche cada semana o mes para ver una película o un concierto.
Estas rutinas también ayudan a crear una sensación de estabilidad en la vida de los niños. Tener algo que esperar periódicamente les ayuda a relajarse y crea una divertida sensación de anticipación.
Estas rutinas también crean más oportunidades para que interactúen con otros miembros de la familia.Sin embargo, deja espacio para la espontaneidad, de repente planeen cenar fuera o inicia una guerra de almohadas de la nada. Recuerdos para toda la vida.
Apégate a las reglas
Una vez que hayas establecido las pautas de comportamiento del hogar, así como las posibles consecuencias de romperlas, debes ser firme al hacerlas cumplir.Las reglas no significarán mucho si tu hijo puede romperlas sin sufrir ninguna repercusión.Nadie es perfecto. Por lo tanto, incluso si tu hijo parece estar saliendo de una etapa rebelde, no se sorprenda si hay errores o momentos de regresión. Sucede.
Lo más importante es ser coherente con sus expectativas y recordar todos los aspectos positivos de su hijo. No se concentre solo en lo negativo, o actúe como si un desliz fuera una señal de que es un fracaso o de que falló en sus deberes de crianza.
Coman juntos
Una manera de aumentar el tiempo que pasan juntos en familia es asegurarte de que al menos algunas de las comidas del día las hagan en familia.También ayuda que esto suceda en un día en específico como los domingos por la noche.Uno de los beneficios de comer juntos regularmente es que las personas a menudo se comunican más abierta y claramente en estas situaciones relajadas que en otros escenarios como la semana escolar y laboral que usualmente implica algún tipo de estrés por la presión de los deberes.
Permite tiempo uno a uno
Si bien los entornos grupales son excelentes, también es importante reservar un tiempo individual entre tú y otros miembros de tu familia. A menudo, cada integrante de la familia se siente más cómodo para hablar de ciertas cosas con otro miembro en específico.Tal vez puedas llevar a tu hijo a un lugar que sea importante para él, como una heladería o un parque del vecindario, para ayudarlo a sentirse más cómodo y tranquilo. Una vez allí, asegúrate de hacer más preguntas abiertas que no puedan responderse de forma tan breve como suelen hacer los niños, especialmente cuando crecen.Por ejemplo, pregunte sobre lo que más le gusta hacer en la escuela, sobre algún proyecto en el que esté muy interesado o sobre un tema que le guste mucho como los videojuegos, algún cantante o actividad. Cualquier cosa que los haga pensar y hablar más a fondo es algo bueno.
Además, siempre procura estar disponible para hablar con tus hijos y otros miembros de la familia cuando necesite hablar contigo. Eso hará que se sientan importantes, escuchados y valorados y más si son niños con problemas de comportamiento.
Si aún así sientes que la comunicación familiar con tus hijos no funciona, y su comportamiento rebelde y poco participativo está empeorando, es mejor pedir asesoría profesional.
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