escuela para niños con problemas de conducta
No existe un lugar perfecto. Dicho esto, como tal, no existe una escuela para niños con problemas de conducta que sea ideal.
Sin embargo, lo que hicimos en esta ocasión es recopilar una serie de características deseables o ideales para este tipo de instituciones, las cuales en su conjunto resultan realmente benéficas para los niños que padecen estas complicaciones.
- La educación que el niño reciba, necesita ser lo más integradora y personalizada que sea posible.
- En sinergia con lo anterior, el número de niños por aula o salón debe ser lo menos grande posible
- Si el profesor sabe de qué se trata el problema de conducta del menor, será más fácil la relación entre ambos, pues el académico podrá mostrar más flexibilidad y será más fácil adaptarse a las necesidades del estudiante en cuestión.
- No sólo es esencial que el menor se sienta cómodo en la escuela donde estudia, sino también que sea parte de un grupo de amigos con quienes platicar, jugar, compartir aficiones y realizar actividades extraescolares. No podemos olvidar que la escuela no es sólo un lugar de aprendizaje académico, sino también social
- Es importante también que los estudiantes se encuentren físicamente cerca al momento de la clase, esto con el objetivo de poder tener alguien de su edad con quién aclarar dudas
- El ambiente en una escuela para niños con problemas de conducta tiene que ser motivador, además de que en él se busque trabajar con las fortalezas del estudiante
- El profesor debe tener disposición para volverse alguien cercano no sólo al menor, sino también a la familia de éste. Mostrarse como alguien colaborativo en caso de pedírsele un informe sobre el comportamiento y el rendimiento del alumno para el pediatra o el médico que esté llevando el caso, es bastante deseable y benéfico para el joven
- La escuela requiere de un Departamento de Orientación que sea capaz de valorar a los estudiantes con complicaciones académicas o bien, de comportamientos detectados por el profesor o los padres de familia. Además, la labor de este departamento contempla la elaboración de un informe de evaluación psicopedagógica, el cual puede derivar en una serie de recomendaciones acerca de intervenciones a llevar a cabo en el aula, así como si el alumno necesita o no de apoyo educativo adicional. De ser necesario, puede determinar si es necesario realizar una adaptación curricular.
Como apunte final, cabe mencionar que la o las actividades extraescolares tendrían que considerar los gustos del niño, pues deben ser una experiencia que él disfrute, y no una que se sienta como una imposición o una terapia.