Pero en serio: ¿cómo ayudar a jóvenes con problemas de drogas? Esa es la pregunta que miles, sino es que millones de padres en todo el mundo se hacen todos los días.
Y es que además de la muerte, si existe otra forma de como padre o madre perder a un hijo es viéndolo caer en el mundo de las drogas. Una vez que alguien es adicto a este tipo de sustancias, su personalidad cambia por completo; es, casi literalmente, otra persona.
Por fortuna no todo está perdido, pues aunque no será un proceso fácil, hay acciones que un padre puede y debe tomar para ayudar a su hijo.
Lo más aconsejable en estos casos y una “regla de oro”, es evitar la violencia, tanto verbal como física, así como el desprecio, pues se debe estar consciente que una adicción es una enfermedad, por lo que el joven no logra dimensionar todo el daño que está ocasionándole tanto a su cuerpo como a sus seres queridos.
Una vez que el caso ya se ha convertido en algo grave lo mejor es recurrir a un equipo de profesionales, aunque eso no significa que a partir de ahí el familiar ya no puede hacer nada por mejorar la situación. Al contrario, su intervención aquí es fundamental.
Es totalmente normal que la desesperación aparezca en muchas ocasiones cuando no se sabe con certeza cómo ayudar a jóvenes con problemas de drogas. En este tipo de situaciones, si dejamos que nos gane la desesperación, la ansiedad y nos mostramos nerviosos, no sólo empeoraremos la situación, sino que el joven sentirá que no cuenta con alguien que realmente lo pueda ayudar.
Por lo tanto, si se quiere ayudar a un hijo con problemas de adicción, es importante antes fortalecerse a sí mismo.
Sin importar el lugar donde vivamos, seguro hemos escuchado hasta el cansancio la frase “di no a las drogas”. No obstante, pocas veces se ha optado por atacar el problema de raíz. Cuando un joven recurre a las drogas, lo hace como una alternativa a sus problemas, buscando una salida fácil, un escape. Es por eso que es tan importante formar jóvenes fuertes y seguros de sí mismos, para que sean capaces de encontrar soluciones a las emociones que no aprenden a comprender.