Para los padres, siempre será complicado saber cómo ayudar a niños con problemas de conducta. No importa si se trata de su primer hijo o no, invariablemente, lidiar con menores «rebeldes» es bastante difícil.
Bien dicen la sabiduría popular que «cada cabeza es un mundo». Así como una técnica puede ayudar a un niño con su forma de actuar, podría ser poco efectiva con otro.
En ese sentido, a continuación hablaremos sobre la llamada técnica del refuerzo positivo. Se trata de unas las técnicas más socorridas para tratar de ayudar a niños con problemas de conducta.
La técnica del refuerzo positivo
Es muy común, e incluso bastante «humano», resaltar lo negativo. Cuando alguien hace algo malo, incluyendo nuestros hijos, es casi inevitable que lo notemos y actuemos en consecuencia. No obstante, esta técnica nos habla de lo conveniente que resulta traer a la mesa la fórmula del refuerzo positivo. Lo cual de hecho, es bastante sencillo.
Recurrir a la técnica del refuerzo positivo, ayuda además al niño a sentirse motivado de repetir esas acciones. Tal y como suena en el papel, en la práctica es muy fácil llevarla a cabo.
Aquí, vale la pena enfatizar que esta técnica se basa en que jamás debe darse por hecho lo positivo. Siempre debe ser motivo de halago, de reconocimiento. Partiendo de esta premisa, son tres las máximas que deben considerarse si se quiere aplicar esta técnica.
Lo primero, es demostrar mediante un mensaje claro y breve lo orgulloso que nos sentimos. Resulta conveniente enfocar el reforzamiento en caricias emocionales en lugar de regalar cosas materiales.
Otro punto a considerar, es dedicar el tiempo suficiente a elogiar al menor, haciéndolo siempre de manera sincera. Este simple cambio en nuestra forma de afrontar la situación, ayudará a que el niño refuerce su amor propio. Recuerda: no hay que dar por hecho lo positivo. En vez de eso, hay que darle siempre el valor que se merece.
Por último, evita a toda costa las comparaciones. Encuentra el potencial de tu hijo en sí mismo, no comparándolo con otros chicos de su edad. Al hacer esto, reforzamos en él la idea de que es alguien único y especial.